Tenemos que tener en cuenta que por cada década de edad, a partir de los 40 años, el metabolismo se reduce entre un 5 y un 10%, es decir, nuestro organismo disminuye la capacidad que tiene de quemar calorías.
Cuando hablamos de Alimentación Equilibrada le damos una importancia fundamental a que las calorías que aportan los nutrientes se encuentren en unas cantidades y proporciones adecuadas: las proteínas 10-15%, las grasas 30-35%, los hidratos 55-60% y las cantidades adecuadas de vitaminas y minerales. La razón es que todos estos elementos dan lugar conjuntamente a un máximo aprovechamiento y óptimo funcionamiento de nuestro cuerpo.
Cuando planteamos una dieta, hacemos, temporalmente, cambios en las proporciones anteriores, con el fin de que el organismo modifique su funcionamiento y se encamine a la eliminación de materia grasa, almacenada en exceso.
El fin de una dieta es perder grasa y no peso. Obviamente, en la mayoría de los casos ambas cosas ocurren a la par. No obstante, debemos concentrarnos en observar el porcentaje de grasa perdido y no los kilogramos que indica la báscula.
Las modificaciones que se hacen en la dieta para conseguir una pérdida de peso, deben hacerse cuidadosamente, por el profesional adecuado. De otra forma nos llevará a una posible pérdida rápida de peso, con posible desnutrición asociada y con un efecto rebote que hará que a corto o medio plazo recuperemos el peso perdido o incluso lo incrementemos.
Aún, cuando seamos capaces de perder peso rápidamente, lo difícil será saber como manternos en el tiempo. En esta etapa será fundamental la educación nutricional. Mantener el peso ideal es un objetivo de por vida, nos servirá para vernos bien y sentirnos a gusto, encontrarnos ágiles y activos y prevenir enfermedades.
Dado que la Alimentación no es una ciencia exacta, continuamente se llevan a cabo ensayos clínicos y otros estudios que nos aportan nuevos conocimientos y nuevas pautas para seguir en alimentación. Por este motivo, continuamente, se establecen cambios en las recomendaciones, la pirámide de la Alimentación se modifica periodicamente, etc...
Por todo ello, debemos plantearnos el control del peso como una carrera de fondo, continuada, sin perder los objetivos. Como en todos los procesos, habrá altibajos y mejores y peores días. No nos desanimemos con esto. Comer es una actividad que realizaremos toda nuestra vida y, por ello, debemos de intentar mejorarla sin prisa y sin desánimo.
ERRORES FRECUENTES EN LAS DIETAS NO PROFESIONALES:
Estas dietas, que suelen ser recomendadas por personas ajenas a la medicina, muy frecuentemente famosos, promueven la pérdida de peso debido a que son hipocalóricas, pero son dietas desequilibradas, que no pueden ser seguidas a largo plazo y con escasos argumentos científicos que las respalden. En los últimos años, por ejemplo, han vuelto a estar de actualidad las dietas con bajo contenido en carbohidratos (Atkins, South Beach), las dietas hiperproteicas (Zona, Hollywood, Scarsdale) y las dietas de bajo índice glucémico (Sugar Busters). Multitud de dietas podrían considerarse heterodoxas, por su escaso o nulo aval, lo que no es impedimento para su amplia aceptación social y su difusión en los medios de comunicación. Entre ellas, podemos destacar las dietas disociadas (como la de Montignac), las cronodietas, las dietas basadas en el análisis ALCAT, y otras basadas en teorías “pintorescas”, como la del grupo sanguíneo, la de la alcachofa, la de la “sopa quemagrasa” o la dieta 3D o Spoonlight de Karl Lagerfeld.
UN EJEMPLO DE ESTAS DIETAS: "DIETA DE ATKINS"
(SEGÚN LA SOCIEDAD ESPAÑOLA PARA EL ESTUDIO DE LA OBESIDAD)
En su dieta se excluyen todos los alimentos a base de glucosa (azúcar y productos azucarados, féculas, legumbres, frutas y leche, bebidas azucaradas y alcoholizadas). Se puede comer mantequilla, crema, yogures y queso; las verduras verdes se limitan a 50 gramos por comida. Todo lo demás puede ser consumido a discreción. Por tanto, las comidas típicas de esta dieta serían: carne, pescado, huevos, queso. La mayonesa, la mantequilla y los aceites pueden consumirse a discreción.
Valoración de la dieta de Atkins: no parece que las dietas con muy bajo contenido en carbohidratos representen un mejor abordaje para la pérdida de peso y, sin embargo, aún está por confirmar su seguridad a largo plazo. Si nos referimos a la calidad de las dietas con muy bajo contenido en carbohidratos, este patrón de dieta implica una ingesta excesiva de grasa, especialmente saturada, y colesterol, y deficitaria en fibra (con un problema asociado de estreñimiento), tiamina, vitaminas A, E y B6, calcio, magnesio, hierro y potasio.
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